Casi
todos los días,
Camino por un nostálgico lugar
Donde se ha sembrado una semilla.
Tanto
amor se había depositado
En
algo que solo con el tiempo
Sería
posible ver qué llegaría ser.
Con
mucho cariño y cuidado
Le doy de beber, le quito los yuyos y
Las
posibles plagas que puede haber.
Suena raro, pero le hablo:
Le
pregunto cómo está y
Cómo
se siente en ese proceso.
Nunca
me contesta directamente
Pero
sé que me escucha y que le gusta
Que
siempre venga a visitarla.
Luego
ese ritual, miro al cielo y
Me
empiezo a recordar del día
Que
esta semilla empezamos a cultivar.
Miro
a los costados, veo todo verde,
Y le
ruego a Madre Tierra
Que
me permita verla florecer.
J.C.
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