La mente
a veces miente,
nos hace sentir
dementes.
Pero ni siempre
miente la mente
y tampoco somos
dementes.
A veces, quien miente
no es la mente,
sino el demente
que no acepta lo que
hay en su mente.
Pero, ¿qué hay de malo
que la mente se refugie
siendo demente?
Gracias, expertos que me
quieren arreglar la mente,
pero quiero seguir siendo
demente.
¡De mente!
Jessy Camargo