Cuando ya estés grande
Y la sabiduría se refleje en mis
cabellos,
Te contaré el cuánto deseé tu
llegada;
Cómo en aquella tarde en la
biblioteca
Se me llenaron los ojos de alegría,
Al enterarme que al mundo llegarías.
Te contaré que
Me inspiraste a escribir mis
primeros versos.
Que caminé horas por Once
Buscándote un regalo tierno,
Pero que seguro lo usaste una sola
vez,
Por lo rápido que crecías.
Te contaré que
Cuando por primera vez te acuné,
Y con toda tu fuerza me apretaste la
mano,
Confiándome tu inocente dormitar,
Sentí que lograba palpar el amor,
Sentí que me empezabas a amar.
Te confesaré que
He llorado por la distancia.
Que tu cariño le rogué a Dios.
Que me moría si le quisieras
A otros más que a mí.
Que soñaba con el primero tía…
Que a cada reencuentro, una fiesta
diferente.
A cada sonrisa, una señal de complicidad.
Que te enseñé todas las canciones
Que en el jardín aprenderías años
después.
Que te contaba historias para dormir,
Y te hablaba español cuando
estábamos solos.
Cuando grande seas
Y no más acostarte en mi falda puedas,
No te hablaré más de poesía, sino
La poesía te hablará de mí,
Del gran e inmenso amor que por ti
sentí,
Para que nunca jamás te olvides de
mí.
J.C.